El reciclaje de los RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos) prevé un ciclo productivo capaz de transformar cualquier tipo de aparatos eléctricos y electrónicos en desuso de las familias R2, R3, R4.
El tratamiento une la mano de obra con los automatismos para aprovechar al máximo todos los componentes, con una reducción de los desechos y “cero” impacto medioambiental.
Los RAEE se tratan gracias a un proceso que prevé el uso de máquinas con un bajo número de revoluciones, con paneles insonorizados y un sistema de aspiración, para cumplir con las normas vigentes en cuestión de niveles sonoros y emisiones de polvos.